El porqué y fundamental de estas charlas, es dar a conocer nuestras aves en Álava, porque aquello que es conocido, se acaba queriendo y por ende, respetando aseguraba el fotógrafo Aitor Badiola quien ayer se centró en 125 de las 282 que podemos ver en Álava en una charla ofrecida en ElVillar, enmarcada en la tercera edición de «días en verde», organizada por su Ayuntamiento y que tendrá continuidad este próximo fin de semana con una salida al campo y una plantación de árboles en esta localidad.
Son muy diferentes, no solo por el tamaño, aseguraba sino por lo que comen, ( pico) el tipo de vuelo, su canto, cortejo, cría. La lista en Rioja Alavesa es muy extensa, muchas de ellas son visibles en época de migración de Europa a África y viceversa, por ello los humedales son muy importantes el mantenerlos, porque les sirven de refugio, de descanso y comida.
La lista de aves que se pueden ver en Rioja Alavesa es muy extensa, como por ejemplo, el cernícalo, milano real, Garza imperial, (una de las joyitas de las lagunas de Laguardia), mochuelos, oropéndolas, el petirrojo europeo, la curruca capirotada, abubillas, verderón, tordo, urracas, grullas,el mosquitero papialbo, el escribano Montesino, el Zarzero políglota, el papamoscas cerrojillo, el ruiseñor común, el roquero solitario, la lavandera boyera, el pinzón vulgar, el pardillo común, e incluso se pueden ver varias parejas de Águilas reales que sobrevuelan la Sierra de Cantabria.
Aitor Badiola en su larga exposición reivindicó, la conservación del tipo de bosque de Orla, conjuntos de árboles, qué lamentablemente ya no abundan en nuestra comarca, diseminados entre el paisaje de viñedos compuestos por quejigos y encinas principalmente donde están (refugio) los insectos polinizadores.Por último Aitor Badiola aconsejó que para poder ver en su plenitud a las aves, en las charcas y lagunas de Rioja Alavesa, el madrugar porque es precisamente a primeras horas de la mañana cuando las aves salen principalmente a comer.
Un local que se encuentra debajo del bar de ElVillar estuvo muy concurrido por un gran número de vecinos de esta localidad y de otras de la comarca que pudieron disfrutar de una amena charla por espacio de 90 minutos, y de unas fotografías de excelente factura.
Observar a las aves y pasear por la naturaleza finalizó Aitor Badiola es una actividad saludable, porque siempre se aprende algo nuevo, es gratificante y potencia nuestra memoria e intelecto recordando formas y colores al tiempo que animó por empezar con las aves más familiares o cercanas a poder ser en un paseo matutino disfrutando del coro del alba.
Txomin Ruiz.