La casualidad ha querido que la imagen que pasamos a compartir coincida con el día en el que se anunciaba el cierre de la hostelería de Oion para los próximos días hasta que la situación o tasa de incidencia acumulada por coronavirus en esta localidad descienda de 500 casos.
Llevaba ya varios días cerrado y en las últimas semanas era «vox populi» su inminente cierre. La imagen habla por si sola y es la que se ha encontrado muchos vecinos de la localidad de Oion esta mañana cuando han podido ver el «Bar Damas»situado entre la plaza mayor y la plaza de San Vicente en el centro de la localidad y su exterior con un apilamiento del mobiliario, cámaras frigoríficas, carteles y barriles de cerveza esperando ser cargados en un camión.
Un bar abierto desde la década de los años 90 y que al igual que otros muchos bares de copas de Rioja Alavesa y de Viana han hecho historia para varias generaciones de oiondarras y de muchos vecinos de la comarca, que precisamente durante algunos años tenían en esta localidad el punto de referencia de ocio de la comarca.
Garitos de copas verdaderamente históricos y hasta de culto. Quien no se acuerda del SACO y el METO en Laguardia, localidad de la que no nos queremos olvidar de dos discotecas que también marcaron una época CANGURO Y BAYBAY, de la TACONERA, El IRURENA, EL ILARGI, EL CUERVO y EL PUNTO en Oion ó incluso del FLORIDA y EL KRATER en Viana.
En Viana pervive todavía a día de hoy un bar de copas y que sigue haciendo historia no en vano en 2018 cumplió nada más y nada menos que 20 años, el PUB PRINCIPE, algunos menos pero también un número importante (este año ya hace 19) son los que atesora el DiscoPub RUTAS en esta misma localidad.
De Labastida apuntamos algunos nombres, EL BODEGON, GÉMINIS, y el PUB MIMO ,(ahora cerrado). Nombres para el recuerdo, al que hay que sumar el de hoy protagonista en nuestro blog. Expectantes quedamos en saber cómo quedará la era postcovid-19, cuando logremos salir de esta y poder comprobar si va a ser posible todavía tomarse unas buenas cervezas frías, sin estar pendientes de la mascarilla, aunque algunos agoreros insistan machaconamente que ha llegado para quedarse.
Txomin Ruiz.