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📌’Lanciego abarrota un salón de actos para conocer la historia del cercano puente y muy suyo de Mantible’

El puente de Mantible divide las aguas del río Ebro entre las provincias de Álava y La Rioja, y aunque geográficamente se encuentra en el término municipal de Laguardia, los vecinos de Lanciego lo sienten muy propio. No en vano, se encuentra a escasos metros de Assa, un barrio de esta localidad.

El puente de Mantible tan solo conserva dos arcos, uno en cada lado del Ebro. En los últimos años, ha sido noticia lamentablemente por el estado de abandono en el que se encontraba en el lado riojano, lo que propició que se derrumbara una gran parte de su estructura y su posterior restauración.

La revista de cultura popular «Piedra de Rayo» ha pretendido incidir en su último número publicado acerca de la historia de este, al que denominan enigmático, puente, del que poco o nada prácticamente se sabe a pesar de que se encuentra a la vista de todos. Carlos Muntión, su director, presentó la tarde-noche de este pasado sábado en la localidad de Lanciego a través de una charla todos los datos recopilados y que han dado origen a un número monográfico de esta revista, en el que se intenta arrojar un poco de luz porque, como señala el propio Muntión, entre los historiadores no se ponen de acuerdo acerca de si su estilo es romano o medieval.. El interés suscitado se tradujo en una sala abarrotada de público en el centro social de esta localidad este pasado sábado santo.

A juicio de Muntión y de muchos historiadores, se le puede considerar a Mantible como el puente de los misterios, porque nadie sabe quién ordenó su construcción ni en qué época. En este aspecto, unos lo consideran de carácter medieval y otros romano. Tampoco se sabe cuál fue el motivo por el que prácticamente desapareció toda su estructura, dejando tan solo dos de sus siete arcos originales en pie, uno de ellos a cada lado del río Ebro, pertenecientes a La Rioja y a Álava respectivamente.

Solo es cierto que en el siglo XV ya estaba hundido, pero no sabemos si fue debido al ímpetu de las bravas aguas del Ebro o a las rencillas medievales entre navarros y castellanos. Tampoco se conoce el significado de «puente mantible», ya que antiguamente se escribía en femenino para referirse a él, un nombre que también comparten otros puentes, incluido uno ubicado en Extremadura.

«Sea como fuere, en su hipotética reconstrucción, nadie quiso reparar en ellos, según el historiador Carlos Muntión. Parece ser que los riojanos no estaban interesados en que estuviera en activo, por aquello de las tasas e impuestos que se pagaban antiguamente al cruzar de un territorio a otro; y los alaveses, por considerar que sus vinos eran peores en cuanto a calidad, temerosos de la competencia de los primeros.»

«Bueno, pues tras este capítulo de intenciones, esta revista desgrana los diferentes puentes que existen en España con el nombre de Mantible, en número de 4. Se destaca el lugar en la historia de la literatura que tiene este puente, desde que un juglar lo incluyó en un cantar de gesta como el escenario de una batalla decisiva para el futuro de la cristiandad. Un puente que en los mapas aparece sin nombre, incluido el primero en 1769, que es el más antiguo que existe en La Rioja, realizado por Tomás López de Vargas, al que denominó ‘puente a medio demoler’ y dos rayas paralelas sobre el Ebro

El nombre de Mantible tiene un origen en el cantar de gesta carolingio «La chanson de Fierabrás», expandiéndose por la península a través de los caminos a Compostela. Su traducción al castellano llevó por título «Historia de Carlo Magno y las doce pares de Francia». El Quijote lo menciona en 1605 y Calderón de la Barca escribió una comedia titulada «La Puente de Mantible: La Leyenda» en 1630.. En 1851, hemos descubierto señalaba Muntiòn que un periodista logroñés llamado Antero Gómez bautizó las ruinas de un puente en el río Ebro como Mantible, y Francisco Coello incluyó este nombre por primera vez en la cartografía de La Rioja en el mismo año.

El último misterio de Mantible se puede encontrar en la contraportada de «Piedra de Rayo», a raíz de un óleo que representa el puente Mantible y que se encuentra en el IES Praxedes Mateo Sagasta de Logroño. En su esquina inferior derecha aparece la firma de Pepe González y el año 1891. La fecha es importante porque esta imagen de Mantible sería la tercera que conocemos, tras el grabado en el zurrón del pobre del año 1851 y el grabado de la Ilustración Española y Americana en el año 1874. La extrañeza llega cuando, repasando las fechas, Pedro González debería haber pintado este cuadro con solo 14 años. Todo un misterio, uno más que rodea al puente Mantible.»

Existe en el barrio de El Cortijo en Logroño un camino que conduce hasta la finca de «La Escobosa», propiedad desde el siglo XVI de la familia Sáenz de Samaniego, el de las fábulas, y que muy poca gente conoce como el lugar de descanso del fabulista de Laguardia, Félix María de Samaniego, en una finca contigua al puente.»

Txomin Ruiz.

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