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📌’Viaje en el Tiempo: Marqués de Riscal y el Trujal de Lantziego, testigos del legado industrial Alavés’

La Diputación Foral de Álava, a través de su Departamento de Cultura y Deporte, ha presentado el libro «Patrimonio Industrial de Álava», una publicación que subraya la importancia de este legado histórico y arquitectónico en la identidad del territorio. El libro recopila 36 lugares emblemáticos que muestran cómo la industria ha moldeado la forma de vivir y trabajar en Álava. Entre estos valiosos ejemplos de la cultura material alavesa, destacan dos joyas de la Rioja Alavesa: las Bodegas Marqués de Riscal en Elciego y el Trujal de Lantziego.

El libro presentado en rueda de prensa por la diputada foral de Cultura y deporte, Ana del Val y Beatriz Herreras, historiadora y autora del libro, muestra una selección de lugares organizada por áreas: agroalimentaria, servicios públicos y transporte, bienes de consumo, geología y paisaje, siderometalurgia y energía. Todo ello se explica desde una perspectiva que combina la historia de la técnica, la memoria del trabajo y la producción. Algunos de estos lugares siguen teniendo la misma función que antes, mientras que otros se han adaptado a nuevos usos o esperan ser recuperados en el futuro.

Bodegas Marqués de Riscal: tradición y vanguardia en Elciego

El conjunto de Bodegas Marqués de Riscal en Elciego es un testimonio fundamental del patrimonio industrial, combinando la historia centenaria de la vinicultura con la arquitectura más vanguardista. La bodega, la más antigua de Álava, comenzó su actividad en 1858. Su complejo, conocido como la Ciudad del Vino, está dominado por el icónico Hotel Marqués de Riscal, diseñado por el aclamado arquitecto Frank O. Gehry.

Sin embargo, el corazón del complejo es el conjunto fundacional de bodegas, conservado casi intacto desde su construcción. Este conjunto es un valioso ejemplo de la primera bodega industrial de la zona, caracterizado por naves seriadas y el uso de sillería arenisca. La bodega primitiva fue proyectada en 1860 por el ingeniero Ricardo Bellsolá e introdujo el uso de la nave longitudinal en lugar de los tradicionales calados subterráneos. En su interior, la bodega aloja el famoso Botellero Centenario, «La Catedral», que resguarda añadas desde el lejano 1862.

Trujal de Lantziego: Un tesoro del olivo vivo

En contraste con el esplendor del vino, el Trujal de Lantziego mantiene viva la tradición aceitera de la Rioja Alavesa. De los diez molinos de aceite activos a mediados del siglo XIX, hoy solo este trujal y la cooperativa de Moreda continúan en funcionamiento.

El trujal, ubicado en un antiguo molino harinero junto a la carretera que une Lanciego con Kripan, pasó de ser propiedad de la familia Álvarez de Eulate a pertenecer al Ayuntamiento en 1913. Destaca por su fachada de sillería arenisca de «factura noble», rematada por un frontón curvo con un escudo. Su maquinaria tradicional, que originalmente usaba energía hidráulica antes de pasar a la eléctrica, aún trabaja para molturar la oliva: rulos de piedra de granito machacan la fruta y el hueso, y la pasta resultante es prensada en una prensa hidráulica durante 90 minutos. Esta actividad artesanal y su sistema de trabajo tradicional mantienen viva una parte esencial del paisaje y la cultura de la comarca.

Ambos lugares, Marqués de Riscal y el Trujal de Lantziego, representan la arquitectura única que ha creado la industria alavesa desde el siglo XIX. El libro de la Diputación Foral es una invitación a redescubrir estos y otros 34 puntos clave, identificando el sector industrial como un pilar fundamental de la identidad alavesa.

La publicación impresa está disponible en el Servicio de Patrimonio Histórico Arquitectónico de la D.F.A., y también se puede acceder a la edición digital en la web institucional pinchando en el siguiente link.

Txomin Ruiz.

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