No ha gustado al PNV, PP y PSE-EE cómo se han llevado las negociaciones del equipo de gobierno con los sindicatos sobre la valoración de los puestos de trabajo actuales en este Ayuntamiento y cómo podría quedar la RPT (Relación de Puestos de Trabajo), para el año 2025, un documento anexo y obligatorio que debe acompañar a todo presupuesto municipal.
De hecho, la confrontación venía desde un punto anterior en el que debía aprobarse el manual de uso de la valoración de los puestos de trabajo, que no llegó a votarse y recibió muchas críticas, ya que solo el sindicato LAB estuvo a favor, de los tres sindicatos con los que se mantuvo una negociación a lo largo de tres reuniones.
«Los nuevos trabajadores deben de cobrar menos que los actuales»
Según este manual, algunos de los futuros trabajadores, aunque en el documento se hace referencia a los puestos de trabajo que entren a trabajar en este Ayuntamiento, cobrarán un salario inferior, y a los que actualmente están desempeñando los mismos también se les aplicará la reducción salarial, aunque tendrán como compensación un complemento transitorio con lo que finalmente se quedarían igual que en la actualidad.
El alcalde de la localidad lo justificaba diciendo que un trabajador joven que desempeñe un puesto de trabajo similar al de un trabajador actual no puede ganar lo mismo: «los nuevos tendrán que hacer carrera y no cobrar lo que cobran los actuales», para el asombro de muchas personas presentes en el público en el pleno celebrado ayer miércoles.
Para el Partido Socialista, la negociación llevada a cabo no convence y ha sido más una comunicación que una negociación propiamente dicha con los sindicatos, además de tener noticias de que los trabajadores no están de acuerdo con las futuras tablas salariales, así como con las funciones que se les asignan en la valoración final, además de que una parte del complemento transitorio no se revaloriza según el IPC. Para el alcalde de Oion, no ha habido acuerdo, pero no están obligados a llegar a él sino a negociar, cosa que sí han realizado, según afirmaba.
En términos parecidos, el Partido Popular y el PNV se preguntaban, llegando a cuestionar, si ha habido un acuerdo con los trabajadores o no. No entendían cómo es posible que no haya habido más reuniones sobre cómo realizar o llevar a cabo esta valoración, limitándose el equipo de gobierno a presentar un borrador, dando la sensación de que ha sido un proceso raro y con muchas prisas en todo ello. El PNV lo calificó de precipitado.
Así las cosas, y con un tono un poco bronco en momentos determinados, ante las protestas de un representante sindical, el de UGT, sentado entre el público al que el alcalde advirtió en dos ocasiones de ser expulsado del pleno por sus continuas interrupciones. Este mismo dirigente sindical había solicitado previamente la posibilidad de intervenir en el pleno, a lo cual el alcalde le negó tal posibilidad amparándose en el ROF (reglamento de ordenación y funcionamiento de las entidades locales).
Este asunto, que figuraba en el orden del día, no se votó, según el secretario municipal, porque es potestativo del alcalde y no era necesario votarlo en el pleno, aunque el asunto sí se llevó al mismo. El alcalde José Manuel Villanueva advirtió de la necesidad de la aprobación de la RPT y, por tanto, de los presupuestos ante la situación que se va a generar en los próximos meses en este consistorio con la jubilación de una gran parte de la plantilla, que afecta principalmente a tres trabajadoras de la administración. Tras el rechazo del pleno a aprobar inicialmente los presupuestos para 2025, este hecho va a ocasionar que estos no serán aprobados hasta el año que viene, por lo que se abre ahora un compás de espera. La pelota, por tanto, está en el tejado del equipo de gobierno, que, si quiere la aprobación de sus presupuestos, tendrá que volver de nuevo a negociar con los sindicatos para desbloquear la situación que se ha generado.
Txomin Ruiz.