El jugador del Athletic Óscar de Marcos ha sido elegido por «Berberana» la revista comarcal que edita la Cuadrilla de Rioja Alavesa el protagonista de su portada del número de diciembre, aunque a las pocas horas de su publicación digital previa a su buzoneo en papel, ya se han leído algunas voces discrepantes de vecinos de la comarca que no entienden que un laguardiense jugador del Athletic ocupe la portada de una revista alavesa acusando a este medio de tendenciosidad, (a alguien se le ve el cartón), o por su parte alabando al glorioso Álavés se puede leer en las redes sociales.
Voces discordantes aparte, De Marcos en su decimocuarta temporada en el Athletic se encuentra cerca de ser el octavo jugador de la historia de este club con más partidos disputados.
Soy un chaval más de Laguardia que se ha dedicado al fútbol
Con quince partidos disputados en esta temporada, y sus problemas en el tobillo izquierdo solucionados con una operación, aunque le hayan privado de jugar años atrás más partidos, asegura en esta revista que los cinco entrenadores que ha conocido en Bilbao han contado con él. Afirma que su pueblo lo tiene muy presente, y siempre se ha considerado un chaval de Laguardia que se ha dedicado al futbol.
Durante años asegura ha vuelto a la casa de sus padres, pero ahora con su mujer decidieron hacer una casa propia, con anécdota además incluida al estar ubicada muy cercana de la de sus padres, dejando un camino abierto al tránsito de nietos apostilla.
Óscar de Marcos señala que para él, el número dieciocho es muy importante porque es el que lució en su día Gurpegi toda una referencia desde que llegué remarca. Conocedor de los dos campos de San Mamés se siente muy afortunado de haber jugado en ambos. Tras la última renovación firmada en abril del presente año, concluye que está donde quiere estar, aunque no desea estar más tiempo del que le corresponda.
En los dieciséis años de su trayectoria deportiva profesional, contando dos jugados en el deportivo Alavés, se destaca al final de esta entrevista no se le había dedicado una portada propia. Se la debíamos.
Txomin Ruiz.