Ayer, en Laguardia, la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa anunció en un breve comunicado en redes sociales que emprenderá un nuevo camino para proteger la identidad y calidad de sus vinos. Se centrarán en reforzar las prácticas tradicionales y mejorar la calidad.
Manifestaron estar «muy preocupados por la situación actual del sector vitivinícola en Álava, que es crucial para nuestra identidad y economía». Explicaron que en los últimos años han visto cómo, desde 2015, han cerrado 96 bodegas debido a la caída de los precios, el aumento de los costos, la falta de relevo generacional y la despoblación rural. Además, señalan que la alta producción permitida por el Consejo Regulador de la DOCa Rioja ha debilitado la identidad de los vinos de Rioja Alavesa, beneficiando a grandes distribuidoras y afectando negativamente a los pequeños productores.
Aunque no dieron muchos detalles, dejaron claro que su objetivo es diferenciar los vinos de Rioja Alavesa en el mercado global, educar a los consumidores sobre su valor y asegurar que la tradición vitivinícola de Álava prospere. El comunicado concluyó con un llamamiento a la comunidad para unirse y garantizar el éxito y la dignidad del sector.
Para hacer frente a esta crisis, ABRA lanzará el 25 de septiembre una campaña de promoción independiente bajo una nueva marca colectiva. Esta iniciativa pretende destacar la autenticidad y calidad de los vinos de Rioja Alavesa, mejorando su posición tanto a nivel nacional como internacional.
Txomin Ruiz.