
La pequeña localidad alavesa de Villabuena, con poco más de 300 habitantes pero nada menos que 40 bodegas —la mayor densidad por persona del mundo—, ha vivido este sábado su cuarta edición del Villabuena Wine Fest (VWF), un festival que ha reunido reunió a más de 800 personas en torno al vino, la gastronomía y la música.
La jornada comenzó con un pregón a cargo del chef Edorta Lamo, galardonado con una Estrella Michelín en 2022 por su restaurante Arrea! en Santa Cruz de Campezo Emocionado por el honor, Lamo destacó la conexión entre su trabajo culinario y los valores del festival: «Mirar a la tierra, a los ancestros y a la cultura para crear algo único, como el vino de Rioja Alavesa. Al cuidar el pasado, construís el futuro: eso es nuestra identidad». Su discurso fue un canto a la tradición y al esfuerzo de las bodegas locales, que convierten a Villabuena en un referente mundial del enoturismo.
Durante todo el día, los asistentes están disfrutandado de catas guiadas por expertos, pintxos elaborados con productos locales y dantzas.tradicionales en los espacios habilitados por el casco urbano. La tarde ha traído el ritmo con el hip hop de MC Kloy, un DJ desde las 16:00 hasta las 23:00, y entre las 18:00 y las 20:00, la banda El Buen Castigo banda liderada por Javi Alzola, cofundador de los Fitipaldis, que rindió tributo a Fito y su legado musical.

La organización del VWF ha destacado el éxito de esta edición, agradeciendo la participación del público, y el apoyo de las hinstituciones como la Diputación Foral de Álava, el Gobierno Vasco, la Fundación Vital, y, especialmente, el compromiso de los vecinos de Villabuena: «Sin su implicación, esto no sería posible», han asegurado.
Con raíces profundas en la tierra y la mirada puesta en el futuro, el Villabuena Wine Fest sigue consolidándose como un fiel reflejo del alma de una comarca donde el vino no solo se celebra: se vive.
Txomin Ruiz.