
El sindicato ELA ha lanzado una alerta dirigida a las plantillas de las bodegas de Rioja Alavesa sobre los peligros del «tufo», el dióxido de carbono (CO2) generado de forma natural durante la fermentación alcohólica del vino. Este gas, incoloro e inodoro, desplaza al oxígeno y puede causar asfixia mortal en concentraciones elevadas, convirtiéndose en una amenaza recurrente en depósitos y zonas mal ventiladas durante la temporada de vendimia.
Según ELA, la mayoría de los accidentes por «tufo» involucran múltiples víctimas, ya que compañeros intentan rescatar a los afectados sin equipos adecuados, resultando también en fallecimientos. «Es fundamental priorizar la prevención para evitar tragedias evitables», enfatiza el sindicato, recordando que estos incidentes se repiten año tras año en el sector vitivinícola.
«Una nota informativa ha sido enviada a todos los delegados de este sindicato en las bodegas donde tiene representación, para su vigilancia y cumplimiento.»
Para combatir este riesgo, ELA propone una serie de acciones clave que pueden salvar vidas, como realizar evaluaciones de riesgos específicas por presencia de CO2 y aplicar medidas preventivas, incluyendo la designación de un recurso preventivo; identificar y señalizar zonas propensas a la acumulación de gas; establecer procedimientos de trabajo seguros, con formación obligatoria para todo el personal; implementar protocolos de ventilación diaria durante el periodo de fermentación; proporcionar detectores individuales de CO2 y asegurar su uso constante en tareas de riesgo; utilizar sistemas de sujeción y anclaje para trabajos en altura o espacios confinados; evitar zonas peligrosas durante la generación de gas y verificar niveles de CO2 con detectores homologados antes de entrar; trabajar siempre acompañado, al menos por otra persona, en periodos de alto riesgo; y, en rescates, usar equipos de respiración autónoma y nunca actuar en solitario.
Además, el sindicato destaca la importancia de comprobaciones continuas en espacios confinados, evitando métodos obsoletos como encender papeles o velas. En tareas de descube o limpieza, se recomienda verificar que no haya factores externos que afecten la seguridad, usar lámparas antideflagrantes con tensión de 24V y asegurar vigilancia externa.
Rescates improvisados que terminan en muertes adicionales
ELA también detalla los síntomas por exposición al CO2: al 2% provoca cansancio y dolor de cabeza; al 3%, efectos narcóticos y aumento de presión sanguínea; al 5%, dificultad respiratoria y confusión; y por encima del 5%, inconsciencia. «No permanezcan en recintos con concentraciones de riesgo y establezcan periodos de descanso para evitar exposiciones prolongadas», advierte el sindicato.
El uso de protecciones personales es esencial: ropa impermeable, casco, gafas, guantes, calzado de seguridad y arneses anticaídas cuando sea necesario. ELA recuerda que un alto número de muertes en espacios confinados ocurre durante intentos de socorro improvisados.
«Esta guía no es solo una recomendación, sino una llamada a la acción para que las bodegas cumplan con estándares de seguridad y protejan a sus trabajadores», afirman desde la oficina de este sindicato en Oion, un sindicato que insta a las empresas a adoptar estas medidas de inmediato y ofrece apoyo para su implementación.
Txomin Ruiz.