La primera edición del «Camino de los Arrieros» se celebró el año pasado en 2023, consta de dos fases Logroño – Viñaspre y desde esta localidad atravesando la Sierra de Cantabria hasta Villafría. De este camino se tienen noticias de su existencia desde el año 1511, según nos apuntaba el etnografo Salvador Velilla que junto a otros dos nombres propios, el de Rakel Zabala concejal en el Ayuntamiento de Lanciego y Aitor Badiola, Animador sociocultural de la Cuadrilla de Rioja Alavesa, han sido sus impulsores por su recuperación y realización.
Unas cincuenta personas participaron este pasado sábado en la segunda edición del Camino de los Arrieros, haciendo parte del camino tradicional que seguían aquellos comerciantes con sus mercaderías. De esta forma, y tras salir de Viñaspre en autobús, los participantes recorrieron los doce kilómetros que separan Logroño del pueblo perteneciente al municipio de Lanciego.
El tiempo acompañó a los caminantes, con un sol espléndido y un aire intermitente que ayudó a refrescar el camino. Además, los excursionistas tuvieron dos puntos de avituallamiento durante el recorrido, con botellines de agua convenientemente refrescados en hielo; algo que, según nos cuentan, fue especialmente agradecido por los participantes.
Del mismo modo, algunas personas rezagadas contaron con el apoyo de un coche del ayuntamiento de Lanciego, que hizo las labores de taxi y apoyo, especialmente en las cuestas más empinadas. La C-15 municipal nos cuenta Juanma gallego uno de los participantes y quien ha querido compartir con nosotros algunas imágenes demostró que las décadas no pasan para la maquinaria, siempre y cuando haya una persona cabal y animada al volante y un buen destornillador que pueda conseguir subir la ventanilla.
En esos pocos kilómetros, el paisaje fue variando paulatinamente, desde un entorno de viñedos típicamente riojanos hasta los espléndidos encinares y huertas que rodean Viñaspre. Flores y mariposas animaron el camino.
Finalmente, una vez llegados al pueblo, los participantes pudieron disfrutar de un merecido descanso en el bar de la pequeña localidad, con una buena bebida y unos bocadillos de chorizo que ayudaron a reponer las fuerzas.
Fotos,: Juanma Gallego
Txomin Ruiz.