Desde 2022, y por acuerdo unánime de todo el consistorio de Labastida, se rinde un homenaje anual a estas víctimas en el mes de diciembre. Este es el tercer año en que se lleva a cabo este acto sencillo, como ha querido remarcar el alcalde de la localidad, Dani García, en una calle que lleva el nombre de Memoria Democrática.
En ese mismo lugar, desde ese año, es visible un mural en agradecimiento a las valientes mujeres del pueblo y al encomiable trabajo que realizaron para no delatar a sus maridos cuando los matones intentaban localizarlos para asesinarlos. Estos mismos matones incluso llevaron a varias de estas mujeres al lugar donde habían matado a otras personas, amenazándolas con fusilarlas si no los delataban, algo que nunca hicieron.
Aquellas mujeres fueron llevadas a Vitoria, rapadas y regresadas a Labastida para ser exhibidas de manera humillante. Sin embargo, el alcalde de entonces, con pistola en mano, se opuso y logró evitarlo.
Cuenta el escritor Javier Gómez Calvo, presente esta mañana en Labastida y autor del libro titulado «No vuelvas sino vences», donde se narra cómo los poderes locales, principalmente la iglesia, actuaban hacia aquellos vecinos díscolos o que no comulgaban con el bando ganador en la Guerra Civil Española. La localidad de Labastida fue la de Rioja Alavesa donde la represión y el número de víctimas fue más elevado, ya que en esta localidad fueron asesinadas más personas que en otros puntos del territorio histórico. De hecho, en las primeras dos semanas desde el golpe de estado, mataron en Álava a 20 personas, todas de Labastida, una circunstancia debida principalmente a la quiebra de la convivencia en el pueblo que ya venía de antes de la guerra, añadió.
Un año más, para mantener viva la memoria, Labastida ha honrado a sus vecinos asesinados por el franquismo y la dictadura. El acto celebrado esta mañana ha incluido una sencilla pero emotiva ofrenda floral en la que los presentes han depositado rosas rojas
Txomin Ruiz.