Muy emocionado y agradecido nos comentaba este último domingo de mayo José Antonio Álvarez de Eulate un vecino de Labraza y descendiente del homenajeado cuando recibió la llamada del Ayuntamiento de Lanciego a través de la concejala Raquel Zabala para comunicarle el homenaje que se le iba a tributar a un antepasado suyo que en el siglo pasado fue un gran benefactor de esta localidad.
Además de otros enseres y propiedades Eustaquio Álvarez de Eulate donó el actual trujal, el parque denominado el huerto del Fraile, un inmueble para que fuera utilizado de hospital para pobres pasajeros, sanos o enfermos, pobres de solemnidad con piso bajo, dos pisos y desván, “un pajar” e incluso parte de “un lago.
José Antonio Álvarez de Eulate acompañado de toda su familia descubrió la placa que así recuerda a este personaje local que aunque nacido en Lanciego, al igual que su madre sin embargo su padre era natural de Labraza. A continuación fue plantado
Por lo demás hoy ha sido un día grande porque además este acto se ha hecho coincidir con la 1ª Edición o fiesta de la Oleicultura, que pretende impulsar la cultura del aceite en el municipio de Lanciego. Las personas asistentes han tenido la oportunidad de conocer la historia, la tradición y el proceso de elaboración de aceite en el municipio y la comarca mediante visitas al trujal municipal, Eustaquio Álvarez de Eulate donó a Lanciego junto a otras propiedades en el año 1913.
El programa ha sido muy amplio incluyendo un taller de elaboración de jabones y un maridaje de aceite con chocolate y se ha prolongado hasta la media tarde. Por la mañana se ha llevado a cabo una degustación de untadas justo en el huerto del fraile situado detrás del trujal .
Txomin Ruiz.