Ha costado, pero finalmente el Ayuntamiento de la localidad de Lanciego va a tributar un reconocimiento público a este hijo ilustre y que, a diferencia de otros también hijos ilustres de la localidad de Lanciego como la Marquesa de Armendáriz, el militar José María Montoya y García, el clérigo misionero Amestoy Merino, los músicos Luis Aramayona Ibáñez, Sebastián Iradier Salaverri o el escultor Lorenzo Fernández de Viana, no se tiene de él ni una sola imagen o grabado.
Su nombre es el de Eustaquio Álvarez de Eulate, que en el siglo XIX emigró a Argentina y que a su vuelta en el año 1913 donó todos sus bienes al Ayuntamiento de Lanciego que no eran pocos. Hace unos años Raquel Zabala, actual concejala del Ayuntamiento de Lanciego, recopiló una gran parte de su vida.
Se sabe por ejemplo que Eustaquio Álvarez de Eulate nació en Lanciego, un 20 de septiembre de 1862 tal y como indica su acta bautismal según consta en el Archivo parroquial de Lanciego Su padre, Tomás Álvarez de Eulate Sáez Beltrán, era originario del pueblo de Labraza y su madre, Pantaleona Fernández de Campinúm Yñiguez, de Lanciego.
Ella murió joven así que Tomás volvió a casarse años más tarde. Tuvo al menos seis hermanos, y también nos apunta Zabala que hacia finales de siglo se encontraba viviendo en la ciudad de Buenos Aires, ejerciendo allí como “presbítero beneficiado de la Santa Iglesia metropolitana”. Con 31 años de edad adquirió una serie de propiedades en su pueblo natal.
Estamos hablando de una casa “señalada en la calle herrerías n.º 14 con piso bajo, dos pisos y desván”, “un edificio con trujal, con tres lagos y una cueva y con una caldera de cobre con su tapa que también se incluye en la venta, en el barrio de La Virgen”, “una huerta contigua”, “un pajar” e incluso parte de “un lago que comparte con Doña Agustina Yurre”. Álvarez de Eulate, hacia la primera década de siglo XX, vivía ya en la ciudad de Logroño y ejercía como sacerdote.
- Lanciego contaba ya con un hospital hacia el año 1558 y casi dos siglos más tarde, en 1739 seguía disponiendo de “un hospital para pobres pasajeros, sanos o enfermos, pobres de solemnidad
En 1913 decidió donar todas las propiedades al pueblo que le vio nacer al Ayuntamiento de Lanciego Eso sí, dejó muy claras sus intenciones y condiciones en las propias escrituras. “La casa descrita, destinará el Ayuntamiento exclusivamente a Hospital para pobres…”, “los demás bienes otorgados en esta escritura los arrendará el Ayuntamiento de Lanciego y su producto de renta se destinará a las atenciones propias del Hospital…”. “El Hospital que se establezca en la casa descrita se titulará –Hospital de Nuestra Señora de la Virgen del Campo de Lanciego –
- José Antonio Álvarez de Eulate, descendiente de Eustaquio Álvarez de Eulate, residente de Labraza, descubrirá la placa en el evento.
Este próximo domingo 26 de mayo coincidiendo con la celebración de la primera edición de la Fiesta de la Oleocultura que se celebra en Lanciego, una placa de recuerdo sobre un monolito en el huerto del fraile será descubierta, al tiempo que se planta un olivo. El acto además va a contar con la presencia de un descendiente de Eustaquio Álvarez de Eulate, su nombre es José Antonio se apellida igual y actualmente reside en la localidad de Labraza, quien nos ha contado que se muestra muy contento y emocionado por habérsele invitado además va a ser el propio José Antonio Álvarez de Eulate el que descubra dicha placa.
Antes la víspera se contará con el concurso de los miembros de la compañía de teatro sapo producciones cuando tres ilustres (bubillos) apodo de los de Lanciego se van a dejar ver para visitar el pueblo que les vio nacer con motivo de la celebración de la fiesta de la oleicultura en su primera edición y aprovecharán la tarde para saludar a sus vecinos y vecinas.
Programa
La jornada del domingo 26 de mayo se iniciará con un mercado de productos tradicionales, artesanía y vinos de Lanciego, continuará con la inauguración de una placa conmemorativa junto al trujal municipal en el huerto del Fraile , y el reconocimiento a Eustaquio Álvarez de Eulate . El resto de la mañana transcurrirá con la actuación del grupo de danzas de Lanciego, un taller de jabones caseros ,una cata comentada de aceite ,la representación de la historia de Lanciego contada por Sapo producciones y la actuación a modo de pasacalles de la banda de música e Iradier Salaberri.
Además, no faltarán las untadas de aceite a modo de degustación, una paella popular y una cata maridaje de aceite y de chocolate y asímismo por último las posibles visitas en un día de puertas abiertas a los dos trujales con los que cuenta Lanciego en la actualidad el municipal y el trujal Erroiz. Han pasado 111 años y por fin Eustaquio Álvarez de Eulate ya puedes estar tranquilo porque su pueblo le ha llevado a cabo un reconocimiento público.
Txomin Ruiz.