
La localidad de Moreda estrena una moderna Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), una infraestructura largamente esperada que pone fin a décadas de vertidos sin tratar en los arroyos de la comarca. Con una inversión de 2,5 millones de euros financiados por la UE a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (NextGenerationEU), el proyecto ha requerido año y medio de obras y representa un salto cualitativo en la gestión del agua para esta zona de Euskadi.
El consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, ha destacado este martes durante la visita inaugural que esta obra «evitará el vertido de aguas residuales a nuestros ríos», un problema especialmente acuciante en Rioja Alavesa. La nueva planta, diseñada para una población equivalente de 4.000 habitantes, incorpora tratamiento secundario que garantiza la calidad de los vertidos según los estándares medioambientales. Su construcción ha requerido el movimiento de 3.000 metros cúbicos de tierra y se ubica junto a la carretera A-3226 para facilitar su mantenimiento.

La alcaldesa Maravillas García celebra el fin de las fosas sépticas
El proyecto ha incluido la instalación de 600 metros de nuevos colectores que rodean el núcleo urbano, permitiendo por primera vez la separación completa de las redes de aguas residuales y pluviales. Hasta ahora, el sistema unitario derivaba ambos caudales al arroyo Horcajo, mientras que varias fosas sépticas vertían sin control al Barriobusto. La alcaldesa Maravillas García Díaz de Cerio celebró que «Moreda abandona así la precariedad de las fosas sépticas» para incorporarse a un modelo de depuración profesionalizado.
Paralelamente, las autoridades supervisaron los avances en la nueva estación de bombeo de agua potable que conectará los depósitos de Casablanca y Oion. Esta infraestructura complementaria, con un presupuesto de 2,1 millones cofinanciados por el Consorcio de Aguas y la Agencia Vasca del Agua, reforzará el abastecimiento ante episodios de sequía como los registrados en años recientes.

El director general de URA, Asier López Etxebarria, subrayó que la EDAR de Moreda es «un modelo escalable» preparado para absorber el crecimiento demográfico y económico de la zona. Su puesta en marcha reduce significativamente la contaminación difusa que afectaba a los cauces de Rioja Alavesa, cumpliendo con los objetivos de la Directiva Marco del Agua. Las obras han requerido complejas intervenciones urbanas, incluyendo la excavación de 2.500 m³ de tierra para los colectores y la reordenación de flujos en el casco histórico, donde el antiguo colector unitario de la calle Jardines constituía un punto negro de vertidos.
Este proyecto se enmarca en la estrategia del Gobierno Vasco para modernizar el ciclo integral del agua en territorios rurales, donde aún persisten importantes déficits infraestructurales. Jauregi anunció que continuarán las inversiones en depuración para «garantizar la sostenibilidad hídrica de nuestros municipios», priorizando actuaciones en comarcas como Rioja Alavesa donde la dispersión poblacional complica la gestión eficiente de los recursos. La nueva EDAR de Moreda se convierte así en un referente técnico y ambiental para localidades de similar tamaño en el País Vasco.
Txomin Ruiz.