📌’Elciego histórico: el blog que explora la historia y las tradiciones del pueblo’

Hoy nos hemos querido detener en un blog  que no es nuevo pero como lo hemos descubierto y nos ha gustado mucho hemos querido  conocerlo un poquito más y mejor a través de uno de sus artículos publicados. 

Su autor es Jesús Fernández Ibáñez, un apasionado historiador y etnógrafo como se define y declara nacido en Elciego, cuna de una rica tradición vitivinícola. Hijo de una familia agrícola, su trayectoria como profesor lo llevó a residir en Erandio (Bizkaia), donde vive junto a su esposa y sus dos hijos. Su profundo interés por la historia y el folklore de Elciego se refleja en numerosos artículos y dos libros que exploran las tradiciones y la identidad de su pueblo natal. 

  • Somos un millar de habitantes y todos los días del año siempre hay en torno a una veintena de personas que curiosean e indagan en nuestro pasado y nuestra cultura asegura Jesús Fernández Ibañez

A través de su blog, que lleva por título Elciego histórico Fernández Ibáñez comparte valiosa documentación sobre la historia y etnografía de Elciego, aprovechando los nuevos medios digitales para difundir su legado y conectar con personas interesadas en este patrimonio cultural, al tiempo que fomenta la colaboración y el intercambio de conocimientos. Entre las decenas de artículos  publicados en este blog  se pregunta  su autor ¿Qué tipo de vino se utilizaba en el siglo XVIII en Elciego para los oficios religiosos.

El Vino en la Liturgia de Elciego en el Siglo XVIII

En el siglo XVIII, el vino desempeñaba un papel esencial en la liturgia cristiana de Elciego, representando la sangre de Cristo en la oblación. La Iglesia exigía un vino natural, sin mezclas, y preferiblemente de sabor dulzón y color claro, apto para el consumo en ayunas. Este vino, conocido como “Ribadabia” y más tarde como “supurado” (a partir de 1794), se elaboraba con uvas muy maduras, a menudo deshidratadas, principalmente de la variedad moscatel. Su resistencia a la oxidación lo hacía ideal para almacenar en recipientes no herméticos, garantizando su disponibilidad para las celebraciones litúrgicas.

A pesar de que Elciego era un importante productor de vino, la parroquia optaba por el Ribadabia, que en la primera mitad del siglo XVIII elaboraban vecinos como Juan Antonio Ruiz de Ubago Navarrete, un devoto proveedor de la Parroquia de San Andrés, según consta en el Libro de Fábrica de 1712. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo, el vino para la oblación comenzó a traerse de Navarrete, Laguardia y, a finales de siglo, de lugares más lejanos como Villafranca de Navarra y Cosuenda (Aragón), encareciendo su costo.

La conservación del vino presentaba desafíos. En 1784-1789, se adquirieron pellejos y botellas para la oblación, pero incidentes como la rotura de un pellejo en 1788 o una cuba defectuosa en 1793 provocaron pérdidas de vino. Para mejorar el almacenamiento, en 1792 se construyeron cubas de cerezo y una sacristía con un cuarto específico, evidenciando la importancia de este vino en la vida litúrgica de Elciego.

Txomin Ruiz.

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