
El porqué de tan singular nombre nos explican que se debe a que es un grupo de jubilados gasteiztarras, todos ellos «un poco lisiados», nos cuenta uno de sus integrantes Jesús María Alegría, Pinttu», entre risas.
Llevan ya como grupo musical unos siete años. «Entonces nos reunimos los martes», señala. «Ensayamos una hora y media y nos sentamos. Es una excusa perfecta para merendar. Somos como un área de «Músicos sin fronteras» de la ONG a la que pertenecemos. Y, como jubilados, tocamos en residencias de mayores, hospitales y donde nos llama la gente: pisos tutelados, lugares donde las personas están solas… Allí vamos para acompañarles».
En Extremadura, además de nuestra labor como «Músicos sin Fronteras», también trabajamos con personas en cuidados paliativos. Durante la pandemia, comenzamos nuestra labor y, después de todo este tiempo, ahora nos piden que toquemos incluso para personas que están entubadas. Nosotros nunca cobramos por ello, ni nos inspiramos en otros. De hecho, en Extremadura nos otorgaron el Premio de la Solidaridad por nuestra labor.
Pues ahí seguimos, haciendo lo que podemos. Nos llaman para eventos como cuando alguien cumple cien años o cuando hay personas que están un poco decaídas, y allí vamos como grupo. Recientemente hemos incorporado a un gran cantante, que también canta en barcos, y a un compositor y guitarrista rockero invidente, que a los cuarenta años perdió la vista. Estábamos preparados para cantar «Hallelujah» de Leonard Cohen en Elvillar, una versión preparada por él, ¡y quedó increíble! Pero, lamentablemente, no va a poder acompañarnos al final.
Sus instrumentos habituales son guitarras, algunas voces armónicas, cajón peruano y flauta, y en ocasiones especiales les acompaña un acordeonista.
«Somos personas variopintas —explica el grupo—. Algunos tuvieron cargos muy altos en empresas, pero siempre estuvieron ligados a lo social: parroquias, atención a migrantes… Gente de ese pelaje».
Con un repertorio accesible —canciones de Los Brincos o versiones sencillas—, evitan lo pretencioso. «Acabamos siempre nuestras actuaciones con «A quién le importa»: ¿qué importan los nietos, los hijos…? ¡Risas y conexión! Vamos a donde nos llaman para compartir vida», relatan.
Pinttu, su portavoz, detalla:
«Las actuaciones duran 1h15’ o 1h30’. Solo cobramos el viaje en nuestra furgoneta. Nos conocen de años tocando en paliativos, con enfermos terminales… Ponemos color donde hay soledad concluye».
Próximo concierto:
📅 Viernes 21 de marzo
🕢 19:00 h
📍 Centro Social de El Villar (colaboran Fundación Vital y Ayuntamiento)
🎟️ Entrada libre
Txomin Ruiz.